La preparación del jabón es una de las más antiguas reacciones químicas conocidas. Durante siglos la elaboración de jabones fue una tarea casera empleándose para ello cenizas vegetales y grasas animales o vegetales.
La preparación del jabón es una de las más antiguas reacciones químicas conocidas. Durante siglos la elaboración de jabones fue una tarea casera empleándose para ello cenizas vegetales y grasas animales o vegetales.
La elaboración de jabón se describe con numerosas recetas cuyo denominador común es:
Grasa (o mezcla de grasas) + lejía de sosa caústica ---> jabón
La enorme variedad de jabones presentes en el mercado se explican por la gran variedad de aceites y grasas que se pueden saponificar:
Ácidos grasos saturados. Son ácidos grasos sin dobles enlaces entre carbonos y por tanto tienden a formar cadenas extendidas.
Ácidos grasos insaturados. Son ácidos grasos con dobles enlaces entre carbonos. Suelen ser líquidos a temperatura ambiente, denominándose “aceites”.
Si en la grasa utilizada predominan los ácidos grasos saturados originarán jabones duros y compactos, mientras que si predominan los ácidos grasos insaturados generarán jabones blandos y menos compactos.